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Los Hombres Buenos: novela de Charmaine Craig

Publicado: 2012-05-14

No tengo claro que es lo que me sedujo para obtener esta novela ni bien vi la sugerente portada. ¿La sensualidad de ese busto que tienta a los sentidos o la promesa de tópicos tan polémicos como la herejía, cátaros e Inquisición? No se puede negar que juntar los tres tópicos mencionados en una sola línea es peor que juntar perro, pericote y gato. Es más fácil que se lleven bien las partículas choconas de las instalaciones subterráneas del CERN.

Más complicado es explicar las expectativas que levanta la autora del libro, Charmaine Craig. Decir en la portada del libro que la autora fue protagonista de la película de Disney "Colmillo Blanco 2" (¿en serio Jack London escribió una secuela?), no parece la mejor idea para vender un libro con temas tan serios y polémicos. Leer estas líneas en la solapa interior del libro prometía lo peor, como en toda tentación, la cubierta lo es todo, pero no siempre lo de abajo cuenta.

Afortunadamente, la autora obtuvo el Magna Cum Laude en sus estudios de religión y literatura en Harvard. Mejor aún, la novela "Los Hombres Buenos" es producto de los premios y becas que obtuvo en su curso de postgrado de la Universidad de California en Irvine.

¿Por qué es importante hurgar en el curriculum de Charmaine Craig? Muy sencillo. La novela "Los Hombres Buenos" es un drama delicadamente sentimental que evita la línea de lo cursi o lo excesivamente melodramático. No es una novela cualquiera sobre la famosa herejía cátara. Si bien no alude directamente ni incorpora en sus tramas a las intrigas papales contra los llamados Hombres Buenos, ni narra directamente las grandes masacres cometidas contra ellos, prefiere tratar la herejía cátara en sus pequeños detalles, precisamente en aquellos que le valieron la desconfianza de los hombres poderosos y lascivos de su tiempo.

Charmaine Craig deliberadamente evita la descripción de las atrocidades de los grandes hombres del papado y prefiere, en cambio, adentrarse en la mentalidad de los simples habitantes de la aldea de Montaillou en Francia y como esta sufrió múltiples cambios por la venida de los hombres santos y ascetas llamados por el pueblo "Hombres Buenos" y por el papado como los "Herejes Cátaros". Por supuesto, que ese sería un punto de vista parcial de las cosas, así que la autora también nos muestra de una manera equilibrada a los Inquisidores, quienes cegados por su creencia en la justicia que impartían olvidaron todo rasgo de humanidad y al propio clero de la época, dubitativo entre sus deberes sacerdotales o integrarse en las necesidades y afanes de sus feligreses.

La historia tiene como protagonista principal al lujurioso párroco Pierre Clergue, quien se debate entre su concupiscencia carnal y su fallido deseo de llevar una vida espiritual dentro del seno de la Iglesia Católica, lo cual terminará llevándolo a simpatizar con los Hombres Buenos.

Si Pierre Clergue es el protagonista, también sus mujeres lo son. Fabrisse será la hija natural de su hermano fallecido con Marquise, amor platónico de Pierre. Luego de varios años, el destino junta a Fabrisse y Pierre Clergue a quien la casualidad le permite descubrir su parentesco con la joven de bellos cabellos que por encargo de su ama, La Castellana (esposa del Supervisor de la aldea) lo acompaña todas las noches al Castillo donde La Castellana se entrega carnalmente al hombre que supuestamente representa los valores católicos en la aldea.

La joven Fabrisse desposa al joven, Pons Rives, bajo el rito cátaro y ese será el inicio de una compleja relación de amor y descubrimiento del deseo, que prontamente se verá frustrado cuando Pons se entregará decididamente a las enseñanzas de los Hombres Buenos, incluso aquellas que prohiben el contacto carnal.

Si el aspecto de la lucha entre el deseo y el espíritu no quedaba clara con las dudas del sacerdote Pierre, en la tragedia de Pons Rives, se subraya de manera muy clara las consecuencias de las enseñanzas de los Hombres Buenos, que rechazan la carne por ser la cárcel del espíritu, por lo que la mortifican al extremo. Precisamente, Pons llega al extremo, cuando por abandonar a la cárcel que apresa su espíritu se suicidó dejando a Fabrisse embarazada.

Fabrisse asume el hogar luchando contra muchas vicisitudes para poder criar a Eco, producto de su trágica relación con Pons. Pierre Clergue las reencuentra en este estado de necesidad y las ayuda económicamente, pero su lascivia empaña la nobleza de sus, inicialmente, desinteresadas acciones: ha quedado prendado de Eco y decide hacerla suya, muy pronto. Lo cual logra años después y la embaraza, durante la época en que la Inquisición llega a su aldea a evaluar los rumores de su licenciosa vida.

Afortunadamente para Pierre hace amistad con el zapatero Arnaud, quien es un homosexual cargado de culpas que pretende llevar una vida normal con una mujer. Pierre le ofrece la mano de Eco para salvar las apariencias ante la sociedad.

Los acontecimientos se desencadenan pronto con las indagaciones de Bernard que conducen a la detención de todo hombre, mujer y niño en la aldea que sea sospechoso de catarismo, y la traición de Pierre Clergue, quien para salvarse de la persecución traicionó el secreto de muchos de sus aldeanos, incluída su amada Eco. La cacería contra Pierre Clergue, no hace más que comenzar.

Del argumento expuesto, puede observarse que hay varios aspectos notables en que acierta Charmaine Craig. El más importante es el de la conocida dualidad espíritu - carne que es el eje de la vida de los que abrazan las ideas de los Hombres Buenos en un contexto de decadencia moral de la Iglesia Católica. El maniqueísmo extremo que colisiona con las creencias católicas, también colisiona con aspectos elementales de la vida cotidiana como la convivencia con la esposa o los trabajos que deben realizarse para la subsistencia.

Otro aspecto logrado es el de la culpa, la cual arrastran diversos personajes, entre ellos Pierre Clergue y Arnaud. Mientras Pierre es un consumado lascivo y traidor de su gente que no hace más que traer infelicidad a sus amantes, Arnaud es un homosexual que sufre por su condición y que quiere hacer feliz a su nueva esposa Eco, a pesar que la unión carnal no se concreta por la falta de deseo por el sexo opuesto.

Por último, el aspecto de la redención, el cual es esquivo a casi todos los protagonistas, salvo a Eco, quien luego de las desgracias que se abaten contra la aldea logra sobrevivir a la Inquisición y está dispuesta a criar a su hija lejos de las enseñanzas de los hombres justos y de la ira "justiciera" de la Iglesia Católica.

Estos aspectos contribuyen a que la lectura del libro no solo sea fluída, sino que el lector logre identificarse con las penurias y desilusiones de los personajes, más que con los personajes mismos. La novela es agradable y captura el interés.

La edición en castellano viene acompañada por una cronología de la llamada "Herejía Cátara" y destaca diversas opiniones sobre la novela, entre ellas la del afamado crítico Harold Bloom.

CHARMAINE CRAIG

Los Hombres buenos. Madrid: El tercer nombre. 2002. 479 p.

Traducción de José Antonio de la Riva Fort.


Escrito por

locomotion

Nadie sabe que Master Locomotion esconde a su alter ego super heroico Amílcar Adolfo Mendoza Luna, Master en Derecho.


Publicado en

peruesunaaldeadechile

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