Roberto Saviano es napolitano. Se nota en sus escritos y en la vida que ha llevado. Tengo màs años que él y me da la impresión que es una de esas personas que ha vivido lo que varios en toda su vida. Todos conocemos el éxito terrible que tuvo "Gomorra", y digo terrible porque le costó abandonar su ciudad natal para convertirse en un prófugo de la Camorra del sur italiano. Es algo así como el Salman Rushdie de la primera década del siglo XXI. Un alto precio para pagar por decir algo. Sentado en un lejano y cómodo rincón del Perú me cuesta trabajo pensar que una persona estaría dispuesta a pagar tan alto precio por escribir su historia, de manera tan minuciosa como lo hizo con "Gomorra".

Luego de leer "Lo contrario de la muerte", lo obvio, aparece esta vez con resaltador y letras de molde para asaltar mi distracción y ahuyentarla de una buena vez.

Saviano escribe sobre la gente de una ciudad en que todos nacen víctimas y culpables. Sobre todo lo segundo. Este corto libro, es aún más íntimo que "Gomorra". No hace alarde de estadísticas ni complicados organigramas de la Camorra. En cambio, relata las historias de los olvidados, de aquellos que sufren el solo hecho de respirar, comer, amar, y en suma, vivir en una ciudad donde la Ley no la dicta el Estado, sino los "bosses", o simplemente quienes tienen el poder sobre el oscuro rebaño.

La primera narración da nombre al libro "Lo contrario de la muerte". Saviano con economía de la palabra y a la vez tierna solidaridad expone la tragedia de la joven prometida que ve sus incipientes sueños de felicidad marital hecho trizas por la muerte de su amado en Afganistán, quien se enroló al ejército como tantos otros, como "mercenario" (si eres de los que califican alejado del peligro), como tantos jóvenes del sur de Italia que abandonan sus campos para combatir en lejanos países con el afán de tener dinero para la boda, para hacer un negocio, o simplemente para trabajar en algo que no sea la Camorra.

El relato sobre el duelo de la joven de 17 años que pierde a su amado de 21 es sobrecogedor. Más aún cuando Saviano escucha a María, que el "amor es lo contrario de la muerte" como en la canción "Carmela" de Sergio Bruni. María aún se resiste a olvidar a Enzo. Aún quiere conocerlo, crear el pasado que se les ha negado construir juntos, extraer de su ausencia esos pequeños detalles, como sus manías, las comidas que le gustaban, sus amistades, sus pequéñas anécdotas; que el destino le ha negado conocer de los labios de Enzo. Promesas inconclusas y traicionadas por la desgracia de un joven que como cualquier otro de su generación tiene que abrazar el ejército en un lugar donde las expectativas y oportunidades están negadas y hay que arrancarlas de donde se encuentren.

Decir que María, es una vestal o una Eurídice inversa que pretende rescatar a Orfeo del Hades persistiendo su memoria sobre él, resulta una notable comprensión del callado drama de la gente a quienes toda oportunidad se les ha negado, incluso la de la felicidad.

La segunda narración, es más corta y simple, pero es tan psicológica como la primera. E igual de contundente. Saviano recuerda a un antiguo amor de juventud proveniente del norte italiano, de una ciudad conocida por la resistencia partigiana contra los nazis. Con ella asistió a una boda y para protegerla de las miradas lascivas de los jóvenes de hormonas alborotadas le regaló un anillo para desviar miradas golosas. Pasado el tiempo, ella se convierte en periodista y está comprometida con alguien de buena posición social a juzgar por el ostentoso anillo de compromiso que lleva. Al encontrar a Saviano le muestra una foto de ese evento en la Iglesia. Para decepción de él, ella no rememora momentos gratos sino a dos jóvenes que aparecen en la foto, de quienes ella dice secamente "Están muertos, ¿fueron Camorristas, verdad?".

Saviano no quiere abofetearla por su prosaicismo, o su olvido de un amor adolescente, sino por su facilidad para condenar a dos jóvenes carpinteros que murieron de manera estúpida e innecesaria.Simplemente por estar presentes en medio de un ajuste de cuentas en que el verdadero mafioso escapó y ellos pagaron la cuenta ajena. Saviano a la vez que rememora a los jóvenes gratuitamente asesinados, reflexiona sobre el paro, la dificultad de los artesanos para vivir en un mundo globalizado, donde IKEA, la gran empresa de muebles baratos se lleva la mejor parte.

El libro tiene muchos ingredientes, el amor a una tierra violenta, los sueños rotos, el amor que se resiste a morir, la falta de empleo, el poder que destroza vidas y sueños, la falta de comprensión de los pequeños dramas humanos.

Ahora entiendo porque alguien es capaz de escribir algo como "Gomorra". Porque no es solo la historia de Saviano, sino son muchas más historias. Por eso es que pienso que ha vivido varias vidas en una. Porque las acarrea consigo. Hace falta mucho talento y mucho màs valor para lograrlo.

Disculpenme la expresión, pero Saviano no escribe con el corazón, sino con los huevos.

ROBERTO SAVIANO

Lo contrario de la muerte. Dos relatos. Barcelona: Debate. Febrero 2009. 96 p.

Traducción de Francisco Ramos Mena.